Las intervenciones de conservación son medidas cuyo objetivo consiste en controlar el deterioro de los bienes culturales y mantenerlos en buen estado. Se debe realizar un análisis orientado al conocimiento de los factores de deterioro externos y/o internos y plantear, en consecuencia, una acción o acciones óptimas. Existen factores que tradicionalmente se han contemplado como causantes del deterioro: temperatura, humedad e intensidad lumínica. Evidentemente estos riesgos se contemplan pero existen otros: los aditamentos. Para la eliminación de cualquier aditamento es imprescindible tener en cuenta su función, el valor del mismo y si es nocivo para la obra en su conjunto.

Otro elemento importante es la protección alrededor de nuestro objeto con sobres, cajas, carpetas, etc. Son fundamentales para preservar la obra del polvo, de la luz, de los daños causados en las consultas y otros elementos degradantes.